Ruta en coche por Bulgaria: día 4, Veliko Tarnovo, Zheravna, y llegada a Nesebar

Por

14 marzo, 2022

500

Empezamos nuestro cuarto día de ruta en coche por Bulgaria en Veliko Tarnovo. Primero de todo tomamos un desayuno en el hotal, con varias tardas y dulces típicos como los mekitsi.

La ruta que vamos a seguir es la siguiente:

Antes de recoger todo de la habitación salimos a pasear por Veliko Tarnovo a su calle más conocida «Georgi S. Rakovski», se trata de la calle de los artesanos, el antiguo zoco (Samovodska Charshiya). También visitar la calle Gurko.

Luego volvimos al hotel a recoger las cosas y coger el coche. Antes de ir a ver lo que nos interesaba pasamos a un momento a ver el Monumento de la dinástica Asen. Además, tiene unas preciosas vistas del pueblo.

Entonces llegó el momento turbio del viaje, a la vuelta del coche teníamos un cepo puesto en la rueda. Lo dejamos justo en un aparcamiento al lado del monumento (antes de cruzar el puente), ponía que era de pago pero no encontramos el parquímetro. Y como iban a ser 10 minutos decidimos dejarlo. Al llegar teníamos el cepo puesto y la multa, justo se iba una furgoneta y al pararlos eran ellos los controladores (no es policía). Finalmente pudimos pararles directamente la multa de 21 (10,5 € aprox.) levas y nos quitaron el cepo.

Tras el susto, nos fuimos a ver la fortaleza medieval de Tsarevets. Dejamos el coche en un parking cercano (2 levas por 2 horas). El precio de la fortaleza es de 10 levas por persona (5 €) o, 5 levas estudiantes (2,5 €). Data del siglo XII, cuando Veliko Tarnovo era la capital del Segundo Reino Búlgaro.

A la salida volvimos a por el coche y nos pusimos en marcha para ver lo último que nos quedaba de Veliko Tarnovo. La primera parada muy cerca fueron las ruinas de la Iglesia de San Iván Rilski.

Seguidamente paramos en la Iglesia de los Cuarenta Mártires, templo ortodoxo búlgaro construido en 1230. En ella están enterrados los zares búlgaros Kaloyan (1168 – 1207) e Iván Asén II.

Y por último antes de abandonar el pueblo, visitamos la Iglesia de San Demetrio (cerrada). Construida en 1185, el templo fue destruido en la segunda mitad del siglo XIII, probablemente debido a un terremoto, pero fue reconstruido en los años 1350. Posteriormente fue destruida y reconstruida en varias ocasiones. De la iglesia original, se han conservado dos capas de frescos.

Decidimos pasar por Arbanasi, para ver su Iglesia de la Natividad (cuando pasamos estaba cerrada) una pena pues esta iglesia del S. XV tiene todos los muros que entre los años 1632 y 1649 se cubrieron de frescos policromados. Los más antiguos reproducen escenas del Juicio Final y del Antiguo y el Nuevo Testamento así como alegorías de la Vanidad de la Vida. Fue declarada monumento arquitectónico y artístico en 1978. Precio: 6 levas.

Continuamos nuestro viaje por carretea hasta Zheravna, donde antes de visitar el pueblo comimos. Comimos en la plaza donde dejamos el coche, el nombre en búlgaro es Гостилница «Сред село» (encima de una tienda que hay), por 25,7 levas (13 euros aprox.) los dos. Todo muy bueno. Además, en la tienda de debajo compramos una botella de agua por 1 leva.

Después de comer damos un paseo por Zheravna. La población se trata de una reserva arquitectónica de importancia nacional constituida por más de 200 casas de madera del período del Renacimiento Búlgaro (siglos XVIII y XIX).

Por último, pusimos rumbo a Nesebar, nuestro siguiente destino, de camino buscamos alojamiento y al final decidimos coger uno frente al mar Negro. Al llegar dejamos todo en la habitación y bajamos a darnos un baño y luego tomar una cerveza en la playa. Teníamos toda la playa para nosotros.

¿Dónde dormir en Nesebar?

Cogimos un hotel en línea de playa llamado Mirage Hotel por 81 Levas (unos 41,30 € aprox.) habitación doble con vistas al mar y la ciudad antigua y desayuno incluido.

¿Dónde cenar en Nesebar?

Para cenar fuimos a un sitio llamado White Rose, algo más caro de lo que nos gustaría, pero muy bueno el pescado. Cenamos por 71,40 levas (36 euros aprox.) entre los dos.