El Cerco de Artajona, es un recinto monumental amuralladao del S. XI que en origen tenía catorce torres, de las que se han conservado nueve, de forma cúbica y almenada, unidas por la muralla del siglo XII. Está declarado monumento Histórico-Artístico.
Fue donado en 1084 por el obispo de Pamplona a una comunidad de canónigos de Toulouse (Francia), y tuvo gran prosperidad hasta el siglo XVI en que se disolvió el priorato de Artajona.
El conjunto protege a la iglesia-fortaleza de San Saturnino (siglo XIII), construida sobre las ruinas de un templo románico. Cuenta también con un aljibe medieval, recientemente encontrado en el lado norte de la iglesia.
Existen visitas guiadas, que se pueden conocer en el centro de visitantes que existe dentro del recinto. Los fines de semana y festivos, las horas de visita guiada son a las 11, 12, 13, 16 y 17 horas.
Tras visitar el Cerco de Artajona, retornamos el camino en donde vimos una señal indicativa de donde están los Dólmenes de Artajona. En concreto en esta zona tenemos dos: uno llamado el «Portillo de Eneriz» y otro «La Mina». Por el tiempo que teníamos, solo vimos el primero, a escasos metros de donde se deja el coche. Y para ver los dos además de el paisaje existe una pequeña ruta circular de 2 Km para los que lleven tiempo, merece la pena.