El Palacio de la Aljafería es un palacio fortificado, que se construyo en Zaragoza. El 4 de junio de 1931 fue declarado Monumento Nacional de Interés Histórico-Artístico. En 2001 el Palacio de la Aljafería fue declarado Patrimonio Mundial.
La edificación más antigua de la Aljafería es la llamada «torre del Trovador», es una torre defensiva de planta cuadrangular y cinco pisos que data de finales del siglo IX.
En la época Taifal, se construyo el palacio por Al-Muqtadir, en la segunda mitad del s. XI. Este primer palacio se divide en tres zonas:
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Estancias del Lado Norte: Salón Dorado; Mezquita y el oratorio; y el pórtico de entrada al Salón Dorado.
- Estancias del Lado Sur.
- Patio de Santa Isabel.
En 1118, Alfonso I (El Batallador) toma Zaragoza, y la Aljafería pasa a ser Palacio de los Reyes de Aragón. Fue Pedro IV (El Ceremonioso) quien en el s. XIV introduciría cambios en el palacio. Pedro mandó ampliar algunas dependencias y construir la Iglesia de San Martín. Además en la ampliación se pusieron techos mudéjares de madera.
A finales del S. XV los Reyes Católicos ordenaron construir un palacio para uso real sobre el ala norte del recinto andalusí.
En 1486 la zona del Patio de San Martín se destina a sede del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición. Más tarde, durante la Guerra de Sucesión Española, fue alojamiento de dos compañías de tropas francesas. En 1772, Carlos III, mando remodelar todas la fachadas.
A mediados del s. XIX, Mariano Nougués Secall, dió una voz de alarma sobre el deterioro de los restos andalusíes y mudéjares. Pero no fue hasta 1947, con el arquitecto arquitecto Francisco Íñiguez Almech, cuando se realizaron tareas de restauración.
En 1984, se puso la sede de las Cortes de Aragonés en el Palacio de la Aljafería, lo que también propició el seguir con las tareas de restauración del mismo.
Precio: 5 € (incluye la visita guiada).